Cuando la crisis mundial ha pasado y el comercio ha florecido, es hora de tomar esas empolvadas billeteras y salir a gastar. Adiós con los sentimientos de culpa y los premios de consuelo, es hora de tomar las llaves del descapotable y salir a buscar todo aquello que no esté en liquidación. Jamás busquemos lo más conveniente, hay que caminar con la frente en alto con los más lujosos accesorios y los más despampanantes trajes. Si no causamos envidia, no lo hemos logrado compañeros.!
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