Perfume de la Semana: Ultrared Man de Paco Rabanne

Perfume de la Semana: Ultrared Man de Paco Rabanne

Como complemento al Ultrared de la semana pasada, en esta ocasión escribo sobre el Ultrared Man de Paco Rabanne, también lanzado al mercado a comienzos del año 2008 y repitiendo la forma de botella del Ultraviolet Man de una especie de pistola con gatillo en forma de barra. Como Ultrared de mujer, los aromas giran en torno al rojo aunque en forma menos obvia, más hacia las naranjas con los dulces y en un estilo más invernal.

Apenas aplicado, el perfume tiene un primer golpe aromático de frutillas muy breve (no más de 10 segundos) que recuerda mucho al Ultrared de mujer, pero después pasa a un aroma de naranjas intensas, algo inclinadas al pomelo, maduras y sin el aroma algo más suave de la naranja casera algo más amarilla. en este punto aparece una nota que se mantiene hasta el final y que es un dulce a la vainilla que recuerda a ciertas preparaciones de pastelería, trozos de praliné o confituras de azúcar doradas, sin tostar. Este aroma se vuelve dominante en la fase media, donde las naranjas bajan bastante. Aparece una segunda veta aromática que actúa como columna central en torno a la cual gira el tono dulce, basaba en notas de perfumería masculina más tradicional como vetiver, lavanda o pachulí y que recuerdan que es un perfume de hombre más que un postre ambulante. Hacia el final de la fragancia, de la columna central persiste el pachulí junto al dulzor a la vainilla que persiste más como aroma de pastelería que como olor oriental. La vainilla incluso parece ser más hacia la línea de los granos de tonka (que dan el mismo olor de la vainilla pero más frutal) y la cumarina (un sintético de vainilla). Muy al fondo se siente algo de naranja con pomelo. 

La idea que me dio esta fragancia fue de una especie de espíritu nocturno, como un diablillo de fiestas que le gusta destacar y hacerse notar (¿alguien recuerda a Loki de la mitología escandinava, que aparece mencionado como el espíritu que poseía a Jim Carrey en La Mascara?... pero esta vez en versión seria). Esta idea potencia un uso bastante social, liberado y con gente que huela el aroma, algo de noche y más invernal que veraniego ya que tiene un tono dulce tibio no del todo refrescante. De día se pierde un poco, lo mismo que en oficina donde en un estilo formal y tranquilo parecería que le pusieron una camisa de fuerza. El potencial romántico es alto, por el lado gourmand seductor, mostrando una imagen llamativa y atractiva, un poco como el dicho que para entrar al corazón hay que hacerlo primero por el estómago. Aunque las edades recomendadas para su uso son referenciales, se siente bastante joven, para alguien entre los 20 y los 45 años.